martes, 5 de abril de 2011

¿Qué hace de una casa una casa?

Vivo en casa ajena. Todos vivimos en casa ajena. Pero hay algo que todos sabemos, o algo que muchos queremos creer que sabemos: una casa es más que cuatro paredes y un techo. Yo sé perfectamente lo cursi que puede llegar a ser un título así, además de la primicia de ser un blog escrito por un grupo de hermanos, pero quiero agregar algo: la cursilería nunca es suficiente y por dicha tenemos el gran arma de la metáfora. Cómo sirve este elemento para disfrazar nuestra vergüenza para demostrar cariño. Son dichosos quienes no temen a tal cosa. Yo en particular tengo muchísimo qué demostrar, tantas armas para hacerlo y sin embargo tanto yo para detenerlo.
La cursilería nunca es suficiente y creo que pocos elementos con tan gran efecto desinhibidor existen como el alcohol y la intimidad, esta última que dibujo en sus mentes con la metáfora del techo, un techo simple, un simple techo. Sin más. Tan solo suspendido en el aire. La protección de un techo, el cual es más puro que la proteccción de las paredes. Las altas paredes llaman a la curiosidad, esta llama a la envidia y esta llama al dolor. Un techo sobre nuestras cabezas representa unión, el sonido de la lluvia y el cuerpo caliente, un techo representa libertad, desfachatez, hermosa desfachatez. Las paredes son cárceles, los techos, techos son. Esa es mi metáfora, que aplica para mis tres hermanos y yo, que compartimos el techo de un hogar, y para usted que lee, porque comparto con usted el techo de este medio, donde podemos decirlo todo a vista de todos, con desfachatez, bajo el anonimato si quieren, pero algo libres, algo más libres de lo que somos entre los muros del alma. Los más pesados muros, que se caen a cuentagotas. Si queremos que se caigan.

Esta casa tiene techo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario