sábado, 23 de abril de 2011

muerte negra, seca y eterna

Haré hielo con mis manos,
desharé la luz con los ojos,
mientras se abona el rubio
palacio del infinito santo
con la miel del llanto.
Creo saber el secreto del hielo
y de la luz y del soneto,
pero me inhibe el sonido
de la suela del pobre zapato
en el camino de concreto.
Creo tener al alcance
de esta mano el hielo,
pero al querer asirlo
se deshace en lamentos.
Haré hielo con mis manos,
mientras en negras letras 
el Rey muere iluminado.

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