viernes, 29 de abril de 2011

Escribir

Voy a encontrar un estilo propio de escritura. Escribir es fácil, muy fácil; el verdadero reto reside en ser leído. Poca gente escribe para ser leído, poca gente escribe con la conciencia de llegar a servir como material de lectura. Lo cierto es que la gente sí escribe, y es fácil. 
El punto es que me concentraré en encontrar un estilo propio de escritura. Todos escribimos diferente. Todos tenemos un estilo de escritura, pero el desarrollo de este estilo no es necesariamente un logro absolutamente plausible. Lo verdaderamente loable es la capacidad de tener un estilo suficientemente bueno como para simplemente ser leído, comprendido, asimilado y completado con fructífera forma.
El verdadero lector debe procurar darle algo al texto, a la vez que él mismo consigue algo de este. El lector debe consumir el texto y elaborarlo bajo sus propias reglas. Reglas que apenas y conoce, pero que puede llegar a dominar sin necesidad de tan siquiera reconocer su sistema de lectura. En esto también afecta la capacidad de escribir. Se puede lograr mucho con la lectura profunda, pero es más saludable para la condición lectora contar con la capacidad de la escritura, ya que esto nos aproxima a la labor del escritor que nos proveyó del texto que tenemos en mano. Eso es lo que creo. Lo creo humildemente. Y lo defiendo. Hay estructuras de pensamiento concebibles tan solo con la acción de la escritura, hay pautas que naturalmente se implementan en la persona que escribe y que la obligan a dar un esfuerzo por hacerse comprender. El problema es la falta de presión, la gente no está expuesta a un mínimamente riguroso escrutinio de sus textos. Los centros educativos no ayudan gran cosa, pero,ay, no se sabe la gran valía de verse en aprietos.
El cuidado al escribir confiere grandes armas intelectuales, se logra soportar la crítica, se pierde el miedo de manera muy natural y casi sin el mayor daño. Hay que ser fuerte y la fuerza no se consigue del aire, se consigue de las tempestades. ¿A poco no?
En todo caso, es necesario que yo encuentre un estilo de escritura, porque a estas alturas seguramente el texto ya dejado escrito acá arriba no tiene la más mínima conexión con lo que está acá abajo. Por eso es necesario crear y creer en un estilo de escritura. Creo que lo que me hace falta es encontrar motivos y motivación para escribir. No tengo un mal dominio de las leyes ortográficas, sean estas útiles o no, mi percepción  del párrafo es bastante correcta, pero lo que me falta, y resulta algo doloroso, es mi claridad. Creo que eso viene del poco fogueo que tengo con todos los temas que existen en el mundo. No domino un solo tema de los que existen. No sé nada de fútbol, ni de literatura, ni de mujeres, ni de dolores, ni de nada. Me falta experiencia, no tengo tan siquiera una línea de lectura, a pesar de que esta sea fundamental para lograr escribir. Jamás llego muy lejos en mis páginas porque se me agota mi flaca inspiración, pero eso se puede corregir, con estusiamo, con esfuerzo, con fútbol, con literatura, con mujeres y con dolores. No todo está escrito todavía, falta lo que yo tengo que escribir.

jueves, 28 de abril de 2011

La delgada línea imaginaria que nos separa de...

Esta línea irá hacia abajo, recta, hasta el final de la hoja a partir del centro, en una orilla. Otra paralela, en el otro extremo, también hasta abajo, también recta y hasta el final. Una línea unirá los extremos de estas otras y tendremos un cuadrado imperfecto, como todos los cuadrados. Dos líneas reposarán en los ángulos de este cuadrado, una línea en cada una de estas esquinas de imperfectos 90 grados y se unirán en lo alto, casi llegando al final del extremo de la hoja que permanecía en blanco. Un rectángulo se trazará dentro del cuadrado imperfecto, en el centro de la hoja y a los pies de ella. Este rectángulo simulará ser una puerta, porque todo el resto del dibujo simulará ser una casa.

sábado, 23 de abril de 2011

muerte negra, seca y eterna

Haré hielo con mis manos,
desharé la luz con los ojos,
mientras se abona el rubio
palacio del infinito santo
con la miel del llanto.
Creo saber el secreto del hielo
y de la luz y del soneto,
pero me inhibe el sonido
de la suela del pobre zapato
en el camino de concreto.
Creo tener al alcance
de esta mano el hielo,
pero al querer asirlo
se deshace en lamentos.
Haré hielo con mis manos,
mientras en negras letras 
el Rey muere iluminado.

miércoles, 20 de abril de 2011

jueves, 14 de abril de 2011

Cumpleaños, cumpledías

Nada hay de fenomenal en cumplir años, no es un gran logro; pero todos vivimos de imágenes y con nuestro natalicio llega la contemplación de toda una vida pasada, de un presente sonoro y de una muerte próxima. Uno no cumple años, son muy grandes los años, apenas y podemos contra el día a día.

Yo no cumplo años, yo cumplo con los años, trato de ser justo con ellos, vivirlos tal como puedo vivirlos.

Hoy cumplí un día más, la propuesta es celebrarlo así, hasta llegar al último, hasta llegar a la muerte, al  descanso final, al techo de la vida.

martes, 5 de abril de 2011

¿Qué hace de una casa una casa?

Vivo en casa ajena. Todos vivimos en casa ajena. Pero hay algo que todos sabemos, o algo que muchos queremos creer que sabemos: una casa es más que cuatro paredes y un techo. Yo sé perfectamente lo cursi que puede llegar a ser un título así, además de la primicia de ser un blog escrito por un grupo de hermanos, pero quiero agregar algo: la cursilería nunca es suficiente y por dicha tenemos el gran arma de la metáfora. Cómo sirve este elemento para disfrazar nuestra vergüenza para demostrar cariño. Son dichosos quienes no temen a tal cosa. Yo en particular tengo muchísimo qué demostrar, tantas armas para hacerlo y sin embargo tanto yo para detenerlo.
La cursilería nunca es suficiente y creo que pocos elementos con tan gran efecto desinhibidor existen como el alcohol y la intimidad, esta última que dibujo en sus mentes con la metáfora del techo, un techo simple, un simple techo. Sin más. Tan solo suspendido en el aire. La protección de un techo, el cual es más puro que la proteccción de las paredes. Las altas paredes llaman a la curiosidad, esta llama a la envidia y esta llama al dolor. Un techo sobre nuestras cabezas representa unión, el sonido de la lluvia y el cuerpo caliente, un techo representa libertad, desfachatez, hermosa desfachatez. Las paredes son cárceles, los techos, techos son. Esa es mi metáfora, que aplica para mis tres hermanos y yo, que compartimos el techo de un hogar, y para usted que lee, porque comparto con usted el techo de este medio, donde podemos decirlo todo a vista de todos, con desfachatez, bajo el anonimato si quieren, pero algo libres, algo más libres de lo que somos entre los muros del alma. Los más pesados muros, que se caen a cuentagotas. Si queremos que se caigan.

Esta casa tiene techo.