miércoles, 7 de septiembre de 2011

Profundo a lo mejor

La obsesión de la creación artística es saludable, hace personas felices y hace personas infelices, para acá o para allá la variedad es un movimiento positivo. El afán literario, en particular, es una encomiable demostración de humanidad. Mi gran problema es que no logro captar la emotividad en ciertos textos cargados de palabrotas en ese plan de profundidad que pretenden algunos. Es que hasta para decir cosas que nadie entendería hay que tener gracia. Seré mal lector acaso.

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